jueves, 17 de noviembre de 2011

Sentirse vivo no es sólo seguir respirando.


Ella yace en su lecho desparramada y con el sucio pijama de siempre, el sol entrando por la ventana, apenas tiene ánimos para levantarse... Teme que el nuevo día que está por delante la lastime, la desgarre... Lucha por evitar caer en la tentación, pero pocos son los días que la aportan esa satisfacción, aún así sabe que ha de levantarse y ponerse en pie, cueste lo que le cueste, fingir una sonrisa que muestre que todo va bien..

A veces esa es la solución...

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